En la medida que vamos investigando
sobre lo que sucedía con los niños que
poseían capacidades diferentes en la edad antigua, podemos darnos cuenta que en
esta época el trato hacia los niños que presentaban algún trastorno se asociaba
directamente con algún tipo de maleficio o castigo divino, a lo cual el entorno respondía con una actitud
de rechazo, provocando el abandono o el infanticidio de estos.
Cultura griega
En Grecia, lugar
donde se le daba una gran importancia a la belleza y la inteligencia los niños
con algún tipo de trastorno eran considerados como un “estorbo” para la
sociedad, siendo así motivo de burlas. Uno de los ejemplos es lo que opinaba
Platón el cual con crueles palabras dice que “los débiles y los
retrasados mentales tienen escaso lugar en la sociedad.” mostrando así el
profundo rechazo que sentía hacia ellos.
Mujer arrojando a
un bebé al Apotetas.
Por otro lado a los
niños que se les dejaba vivir, a la edad de siete años comenzaban a servir a su
pueblo, es por esto que los espartanos justificaban su actuar, ya que los niños “defectuosos”
como los llamaban los espartanos no valían
para ser participes en todo lo relacionado con lo militar.
Niño en su
formación militar.
Cultura Romana
En la cultura romana la
figura del paterfamilias era fundamental, siendo este el que tenía el poder de
la decisión de la sobrevivencia de un niño perteneciente a él, todo dependía si
el padre reconocía o no al recién nacido, en el caso de que lo aceptaba lo
tomaba en brazos, en caso contrario lo abandonaban en lo que se llamaba la
columna lactaria, que era un lugar donde se dejaban a los bebés que poseían algún
tipo de problema, quedando solos, muchas veces atacados por animales o por el frió al que estaban expuestos, dando fin a su corta vida. Pero en algunos
casos, que eran los menores, los recién
nacidos eran alimentados por mujeres, donde posteriormente los llevaban a sus
hogares donde luego los convertían en sus esclavos.
También a estos niños
que aparentemente se mostraban débiles se les arrogaba al río Tiber,
recurriendo al infanticidio al igual que en Grecia.
La
llegada del cristianismo
En el siglo IV d.c todo
este rechazo que invadía a la cultura romana comenzó a cambiar gracias a la
llegada del cristianismo; religión monoteísta que se basa en el reconocimiento
de Jesús, ya que los niños y adultos que poseían algún tipo de trastorno físico
o psicológico estaban más cerca de Dios según lo que decía la religión, por lo
tanto ya no era considerado vergonzoso o
débil ayudar a una persona con alguna necesidad, sino más bien era algo que fortificaba
a la persona que prestaba ayuda.
